¡Setentistas somos nosotros!
Por Juan Pablo Maccia Nacidos en los setentas, años de la guerra y de terror, enfrentamos una situación que tiende a presentarse como post-represiva: ¿han quedado tan atrás los años de plomo?, ¿vivimos tiempos pacíficos en lo individual y en lo colectivo? Se verá que no pregunto por preguntar, sino como modo de entrarle a un quilombito que se las trae. Digo, sería un alivio para nosotros –como generación- poder abandonar nuestro estilo ético-cognitivo constituido íntegramente al calor de la postdictadura (contra la impunidad, el autoritarismo, el neoliberalismo) y dedicarnos a disfrutar de este tiempo al que respetados espíritus de la región llaman –óigase bien- “post-neoliberalismo”, palabra que en el desgastado lenguaje de las ciencias sociales refiere a algo así como una transición (de ahí el “post”) hacia un nuevo tipo de democracia social más plena que según quien la bautice puede sonar a “socialismo del siglo XXI”, “Revolución Ciudadana” y, más acá, “Crecimiento co